El futuro de Lambourn como centro de entrenamiento de primer nivel, se ha visto impulsado por la aprobación de un futurista sistema mecánico de entrenamiento.
Cada poco nos sorprenden con nuevos inventos destinados al mundo de los caballos. Muchos de ellos fracasan porque no demuestran su utilidad, no son prácticos, o están decididamente fuera del alcance de un gran número de clientes. El caso que nos ocupa parece ser uno de éstos últimos.
Kurt Mehmet de 65 años y nacionalidad turca, anterior presidente del club de futbol Adanaspor, es un exitoso criador y propietario que tiene previsto ampliar su participación en las carreras británicas y que adquirió en 2011 Kingwood Stud, un reconocido establecimiento, anteriormente llamado Lambourn Stud, que fue fundado en 1924 por el capitán Ossie Bell y Sir Hugo Cunliffe Owen.
Kingwood stud ocupa una superficie de unas 67 hectáreas e incluye 25 potreros abiertos de varios tamaños, 62 establos, una escuela al aire libre, dos caminadores de caballos, una pista de carreras allweather y es uno de los centros líder de entrenamiento de P.S.I. en Gran Bretaña, tras muchos años de haber producido un número significativo de los mejores caballos de carreras.
El Sr. Mehmet, que ganó el Derby turco dos veces con The Best (1993) y Batrobel (1999) manifestó : “he tenido yearlings y potros de dos años que eran prometedores campeones pero, se lesionaban con demasiada frecuencia. Así que decidí que, o encontraba una solución, o abandonaba este deporte.” Las roturas y lesiones musculares se producen cuando se fuerza a los caballos más allá de sus posibilidades, a una edad demasiado temprana.
Obsesionado con el bienestar de los caballos, tras estudiar el movimiento de los caballos salvajes en Arizona se lanzó a diseñar un prototipo : el Kurtsystem. Este artilugio trata de preparar a los caballos para el entrenamiento y hacerlo de la forma más natural posible, sin restricciones de movimiento. El sistema permite que un caballo ligeramente sujeto en un 'coche' monorraíl, trabaje sobre una pista cubierta a velocidad variable, desde velocidad de paso hasta galope, que dependerá de su progreso y de las circunstancias de entrenamiento. Durante todo el recorrido es monitorizado en circuito cerrado de televisión desde un punto central y por el personal que acompaña a los caballos.
La intención de Kurt es poner en práctica lo que predica y “pre-entrenar” a sus caballos más jóvenes con el Kurtsystem. Su creador afirma que va a revolucionar el entrenamiento de los caballos de carreras. Cree que podrá convencer a la comunidad de los caballos de carreras, tradicionalmente conservadora, a que se unan a él. Tiene ya un prototipo funcionando cerca de Estambul y afirma que los resultados acreditan su método. Los potros llevan a cabo un programa de entrenamiento de “ejercicio controlado” para desarrollar huesos, cartílagos, músculos y tendones más fuertes, haciéndolos más resistentes a las exigencias de un entrenamiento completo.
El Kurtsystem podría haber ido a Newmarket, pero finalmente será en Lambourn donde se instale. No todo ha sido un camino de rosas, siempre hay objeciones más o menos interesadas ante una propuesta innovadora de estas características. El proyecto ha provocado objeciones de la zona norte de Wessex Downs, concretamente de la AONB que se ocupa de la defensa de la belleza natural, con el argumento de que el desarrollo tendría un "impacto negativo en el carácter natural y las cualidades de este paisaje protegido a nivel nacional." También el grupo Berkshire West de Ramblers advirtió que varios senderos se cruzan en la zona ; John Ermin, de Lambourn Woodlands, se mostró preocupado por el potencial de ruido y William Eaton-Evans afirmó que la propuesta destruiría un número indeterminado de potreros y agregó: "Si la empresa falla, no sería fácil volver estos potreros a su uso original."
Con un diseño ciberespacial, no llamaría la atención en un parque temático, pero se comprenden las múltiples objeciones que, felizmente se han ido superando y el proyecto obtuvo recientemente el respaldo del Consejo Parroquial, la Asociación de Entrenadores Lambourn y de una delegación del club de jockeys. Al otorgar el permiso, los planificadores ordenaron un nuevo trazado del sendero público. El informe oficial detalla : "La propuesta no se considera contraria a la sostenibilidad social y ambiental debido al uso actual de la zona y respecto a la sostenibilidad económica, se considera probable que sirva para promover activamente la economía rural en esta área."
El próximo año por estas fechas, debería haberse terminado la instalación y el industrial turco, que lleva invertidos 20 millones de Dólares en el desarrollo, e invertirá otros 10 millones de Libras Esterlinas más en la instalación del sistema en Kingwood Stud, podrá quizá demostrar a las mentes escépticas del mundo de las carreras, los beneficios prometidos para los caballos.
Se instalará una pista cubierta de aproximadamente 1.500 metros de longitud bajo la cual se instalará un monorail por donde circularán enganchados, pero con libertad de movimientos, entre 6 y 12 caballos que se ejercitarán sin jinete pero con pesos controlados sobre sus espaldas, de la forma más natural posible. Cada compartimento tiene un sistema de seguimiento de la respiración y los latidos del corazón del caballo que lo ocupa. Está diseñado para moverse con una velocidad máxima de 56 km/hora y se calcula que los caballos trabajarían durante una hora al día. El peso se puede incrementar gradualmente desde 20 hasta 60 kgs. El sistema puede ser detenido por un operador que viaja en un coche de control por detrás de los caballos pero, también existe la detención automática por medio de sensores, para los casos en los que un caballo tropieza o cae.
El inventor afirma que su sistema puede jugar un papel fundamental en el entrenamiento y la rehabilitación de caballos. Aunque así sea, no lo vemos un producto fácilmente exportable.